Renacimiento del emperador Xuan Tian - novela - Capitulo 8
Capítulo 8: La Fiesta del Cielo Escarlata
Después de solidificar la alianza con el Clan de la Espada Mística, Xuan Tian decidió organizar una celebración monumental conocida como la Fiesta del Cielo Escarlata, un evento que reuniría a las sectas aliadas bajo un mismo cielo para compartir conocimientos, cultura y fortalecer lazos.
El anuncio de la fiesta fue enviado a través de mensajes místicos, portados por aves fénix que brillaban con un fuego suave, símbolo de la paz y la renuncia a la hostilidad entre las sectas. Las invitaciones llegaron a sectas en todos los rincones del universo, incluyendo a algunas de las más remotas y poderosas.
Xuan Tian asignó a sus discípulos más talentosos la tarea de organizar el evento. Se trataba de una operación colosal que incluía la construcción de un gran pabellón celestial en el centro de la secta, decorado con estandartes que flameaban al viento, cada uno representando a una secta aliada.
Mientras tanto, en los vastos terrenos de la Secta del Dragón Celestial, carpinteros, alquimistas, y maestros de conjuros trabajaban unidos. Se erigieron estructuras magníficas, se prepararon comidas que incorporaban ingredientes exóticos capaces de aumentar la energía interna de los cultivadores, y se perfumaron los jardines con flores que emanaban una esencia capaz de calmar el espíritu y limpiar la mente.
Finalmente, llegó el día de la Fiesta del Cielo Escarlata. Sectas de todo el universo comenzaron a llegar, cada una con sus delegaciones vestidas en ropajes tradicionales esplendorosos, llenos de símbolos de sus culturas y poderes. El aire estaba saturado de una mezcla de esencias místicas, y el cielo se coloreó de rojo al atardecer, un presagio auspicioso para los asistentes.
Xuan Tian, vestido con una túnica que reflejaba los colores del cielo al anochecer, dio la bienvenida a cada líder de secta personalmente. Su presencia imponía respeto y admiración, y su discurso de apertura resonó en los corazones de todos los presentes, promoviendo la unidad y la prosperidad compartida entre todas las sectas.
Los festejos incluyeron competencias de artes marciales, duelos amistosos, y demostraciones de técnicas místicas raras. Los cultivadores jóvenes y veteranos por igual tuvieron la oportunidad de mostrar sus habilidades, ganando reconocimiento y respeto entre las diversas culturas.
Uno de los momentos más destacados fue la demostración de alquimia, donde alquimistas de diferentes sectas compartieron sus recetas más secretas y poderosas. Crearon elixires que prometían prolongar la vida, aumentar la fuerza interna, o incluso permitir que un cultivador percibiera brevemente el tejido del destino.
A medida que la noche caía, los líderes de las sectas se reunieron en el gran pabellón para un banquete bajo las estrellas. Las mesas estaban adornadas con manjares y elixires, y la conversación entre los líderes se llenó de promesas de apoyo mutuo y futuras colaboraciones.
Sin embargo, no todo era paz en la festividad. Xuan Tian notó la ausencia de una secta en particular, la Secta del Abismo Oscuro, cuyo líder había rechazado la invitación sin enviar ninguna explicación. Este detalle no pasó desapercibido y añadió una tensión subyacente a la reunión, pues muchos recordaban las antiguas rivalidades y conflictos con esta secta misteriosa.
La Fiesta del Cielo Escarlata concluyó con un espectáculo de luces místicas, donde hechiceros y hechiceras conjuraron imágenes de dragones, fénix y otros seres celestiales que danzaban entre las nubes, iluminando el cielo nocturno con un despliegue de magia y color.
Mientras los invitados comenzaban a partir, Xuan Tian se retiró a sus aposentos, reflexionando sobre los éxitos del evento, pero también preocupado por la sombra que la ausencia de la Secta del Abismo Oscuro proyectaba sobre el futuro. Sabía que debía prepararse, pues la paz lograda podría ser frágil, y los desafíos futuros serían inevitables.