Renacimiento del emperador Xuan Tian - novela - Capitulo 4
Capítulo 4: La Declaración de Guerra
El salón principal de la Secta del Dragón Celestial estaba lleno de discípulos y ancianos. La noticia de la incursión de la Secta de la Serpiente Negra había creado un ambiente de tensión y anticipación. Xuan Tian, de pie en la plataforma central, observó a su gente con determinación.
«Hoy, declaramos nuestra intención de no retroceder ante nuestros enemigos,» proclamó Xuan Tian con voz firme. «La Secta del Dragón Celestial volverá a ser la más poderosa de este mundo. Nos defenderemos y tomaremos la iniciativa contra aquellos que buscan destruirnos.»
El Gran Anciano Shen se adelantó, asintiendo con aprobación. «Estamos contigo, Gran Emperador. ¿Cuál es nuestro plan de acción?»
Xuan Tian delineó una estrategia que combinaba defensas fortalecidas y ataques estratégicos contra las sectas rivales. Identificaron los puntos débiles de sus enemigos y planearon ataques precisos para desestabilizarlos. Li Mei y Zhang Wei se encargaron de coordinar los entrenamientos y las preparaciones logísticas.
Mientras tanto, Xuan Tian se concentraba en entrenar a un grupo selecto de discípulos en técnicas avanzadas de combate y cultivo. Entre ellos estaba Bai Ling, quien se destacaba cada vez más, mostrando un potencial que incluso Xuan Tian encontraba impresionante.
Una noche, después de un día agotador de entrenamientos, Bai Ling se acercó a Xuan Tian mientras él meditaba en los jardines. «Maestro,» dijo con reverencia, «quiero agradecerle por todo lo que ha hecho por nosotros. Siento que he encontrado mi verdadero camino bajo su guía.»
Xuan Tian abrió los ojos y sonrió levemente. «Tienes un gran potencial, Bai Ling. Pero recuerda, el verdadero poder viene no solo de la fuerza, sino de la sabiduría y el entendimiento. Mantén tu corazón puro y tu mente clara.»
Bai Ling asintió, absorbiendo las palabras de su maestro. «Haré todo lo posible por no decepcionarle.»
Días después, la secta estaba lista para su primer movimiento ofensivo. Bajo la dirección de Xuan Tian, un grupo de élite partió hacia el territorio de la Secta de la Serpiente Negra. La misión era destruir uno de sus principales centros de operaciones, desestabilizando su estructura y enviando un mensaje claro de que la Secta del Dragón Celestial no se dejaría intimidar.
El viaje hacia el territorio enemigo fue largo y peligroso. A medida que se acercaban, Xuan Tian pudo sentir las energías oscuras que emanaban del lugar. Ordenó a sus discípulos mantenerse alerta y preparados para cualquier eventualidad.
Al llegar, encontraron el centro de operaciones fuertemente custodiado. Xuan Tian, utilizando su vasto conocimiento y poder, lanzó una serie de ataques precisos, desmantelando las defensas del enemigo con facilidad. Sus discípulos, inspirados por su liderazgo, lucharon con valentía y determinación.
La batalla fue feroz, pero finalmente, la Secta del Dragón Celestial prevaleció. Destruyeron el centro de operaciones y capturaron a varios líderes enemigos. Xuan Tian, en un gesto de autoridad, convocó a uno de los líderes capturados para interrogarlo.
«¿Por qué atacan nuestra secta?» demandó Xuan Tian, su voz resonando con poder.
El líder capturado, herido y derrotado, miró a Xuan Tian con odio. «Temen tu regreso. Temen lo que representas. La Secta del Dragón Celestial ha sido una espina en el costado de las otras sectas por demasiado tiempo.»
Xuan Tian asintió, comprendiendo la naturaleza de sus enemigos. «Entonces les mostraremos que la Secta del Dragón Celestial ha vuelto para quedarse. Y no habrá lugar para aquellos que se opongan a nosotros.»