Renacimiento del emperador Xuan Tian - novela - Capitulo 14
Capítulo 14: Restableciendo el Equilibrio
Con Zhen Mo derrotado, el silencio llenó la cámara subterránea. Los guerreros de la Secta del Dragón Celestial, exhaustos pero victoriosos, miraban alrededor, evaluando la magnitud de su triunfo. La fortaleza, una vez un bastión de oscuridad, ahora parecía más un lugar de ruinas y escombros.
Xuan Tian, aún brillando con la energía residual del Dragón Celestial, giró hacia sus seguidores. «Nuestra victoria aquí es solo el comienzo. Ahora debemos asegurarnos de que el mal no resurja. Debemos sanar estas tierras y liberar a aquellos que han sido esclavizados por la oscuridad.»
Ming Jue, con heridas visibles pero firme en su determinación, se acercó a su maestro. «¿Qué debemos hacer ahora, maestro?»
«Primero, debemos buscar y destruir cualquier resto del arma oscura que Zhen Mo estaba creando», respondió Xuan Tian. «Luego, liberaremos a los prisioneros y corrompidos, dándoles una oportunidad de redención.»
Los guerreros se dividieron en grupos para explorar la fortaleza. Cada corredor y cámara eran revisados meticulosamente, buscando cualquier rastro de las artes oscuras que habían sido practicadas allí. Encontraron laboratorios llenos de ingredientes malditos y diagramas de hechizos oscuros, todos los cuales fueron destruidos sin demora.
En una cámara oculta, Xuan Tian y Ming Jue encontraron lo que parecía ser el núcleo del arma de Zhen Mo: un cristal negro pulsante de energía oscura. «Esto es lo que alimentaba sus planes», dijo Xuan Tian, acercándose con cautela.
«¿Cómo lo destruiremos, maestro?» preguntó Ming Jue, sintiendo la energía maligna que emanaba del cristal.
Xuan Tian cerró los ojos, conectándose con la esencia del Dragón Celestial una vez más. «Con la luz pura y la fuerza de nuestra voluntad.» Levantó su espada y la infundió con la energía brillante del dragón. Con un golpe decidido, partió el cristal en dos, liberando una onda de energía que se disipó en el aire.
Con el núcleo destruido, el aura de la fortaleza cambió. La opresiva energía oscura comenzó a desvanecerse, reemplazada por una sensación de alivio y purificación. Los guerreros regresaron a la cámara principal, informando que habían encontrado y liberado a varios prisioneros que habían sido sometidos a horribles experimentos y torturas.
Entre los prisioneros había individuos de diversas sectas, todos ellos agradecidos y, a la vez, asustados. Xuan Tian se dirigió a ellos con una voz tranquilizadora. «Están libres ahora. Tienen una segunda oportunidad para vivir en paz y armonía. La Secta del Dragón Celestial está aquí para ayudarlos en su recuperación.»
Mientras los prisioneros eran atendidos y las últimas tareas de limpieza se llevaban a cabo, Xuan Tian reunió a sus comandantes. «Hemos logrado una gran victoria hoy, pero debemos permanecer vigilantes. La semilla del mal puede germinar en cualquier lugar si no estamos atentos.»
Lin Bao asintió. «¿Qué pasos tomaremos a continuación, maestro?»
«Primero, consolidaremos nuestra posición aquí. Luego, informaremos a las otras sectas sobre la caída de Zhen Mo y estableceremos alianzas para asegurarnos de que ninguna amenaza similar se levante nuevamente. Además, debemos cuidar de aquellos que han sido liberados, ayudándolos a encontrar un nuevo propósito y un camino hacia la luz.»
Mientras las órdenes se transmitían y los guerreros comenzaban a organizarse, Xuan Tian tomó un momento para reflexionar. La batalla había sido dura y las pérdidas considerables, pero el resultado había valido la pena. Habían logrado proteger no solo su secta, sino también la paz de todo el universo conocido.
A medida que el sol comenzaba a ponerse, lanzando una luz dorada a través de las ruinas de la fortaleza, Xuan Tian se sentó en meditación. Su mente estaba clara, y su espíritu más fuerte que nunca. Sabía que su papel como protector no había terminado, pero también comprendía que cada victoria, por pequeña que fuera, era un paso hacia un futuro más brillante.
El camino adelante sería largo y lleno de desafíos, pero con la fortaleza y la sabiduría de su secta, estaba seguro de que podrían enfrentar cualquier adversidad. Con esa certeza, se levantó, listo para guiar a sus seguidores hacia el siguiente capítulo de su épica travesía, donde la luz y la oscuridad continuarían su eterno duelo.